VERSIÓN en Francès

En esta ciudad turística, (S.Cristobal de Las Casas, Chiapas) hay un lugar donde degustar la bebida más emblemática de Chiapas, el pozol. Se trata de `Las Jìcaras’, uno de esos lugares fuera de lo común que propone mantener esta tradición pozolera a un costo accesible.

William F. y su compañera abrieron este establecimiento hace sólo dos años, durante los cuales han consolidado una clientela amante de esta bebida a base de cacao. Todo el trajín comienza muy temprano para preparar aproximadamente unos cincuenta litros para un día normal de trabajo. A las diez de la mañana ya está lista, aunque debe reposar un poco. Además del pozol, se puede degustar unos ricos tacos de cochito, o chilaquiles acompañados de un vaso de jamaica. Para sorpresa de muchos, no se venden bebidas gaseosas. “Forma parte de nuestro deseo de vender productos sanos y a buen precio”, aclara William.

La variada clientela que se toma el tiempo para refrescarse con esta bebida viene generalmente entre las diez de la mañana y las cuatro de la tarde, desde trabajadores de la construcción, empleados en general hasta intelectuales que vienen por una charla amena al ritmo del pozol que sirve tanto de excusa para la pausa de mediodía así como de aperitivo.

Este apreciado líquido se sirve en la jícara tradicional hecha del fruto seco de la planta conocida como ‘morro’. “De preferencia, no usamos nada de plásticos”, nos dice William. “La jícara tiene la ventaja de poder compartirse, lo que no sucede con la taza de café”

El espíritu amigable de los dueños así como el ambiente agradable del lugar han contribuido mucho al éxito de ‘Las Jícaras’. “Yo creo que si quieres vender algo, necesitas buscar algo que te guste, probar varias recetas y cuando estés satisfecho, compartirlo. Así son las cosas en general. Nuestra intención ha sido impulsar aquí la costumbre de tomar pozol, y la gente nos ha tomado la palabra”

William cita también la procedencia de las personas que acostumbran a consumir pozol en el estado: Tapachula, Palenque, Tuxtla, Tonalá. Y como para rendir homenaje a todos estos amantes del pozol, ha escrito algunos adagios sobre la pared de su restaurante: ‘cabal tu paga, cabal tu pozol’. Date una vuelta y experimenta una de sus creencias, inspirada en la contra-cultura americana: Hagamos el pozol y no la guerra.

Aymeric Lehembre (traducción Nolberto Albarca)